SALTA

25/09/2003

CRÓNICA DE VIAJE: Por María Podestá

El jueves 25 de septiembre nos reunimos en el aeroparque para iniciar nuestro viaje a Salta. “Salta La Linda”, como se la llama, fue durante los primeros años de la colonia paso obligado en el camino al Alto Perú y esto favoreció su rápido crecimiento.
El Hotel Solar de la Plaza, de estilo colonial español, que fuera residencia de la familia Patrón Costas, nos resultó muy acogedor y muy bien atendidos por Bianca y Luis Dillon. En una noche templada, de temperatura perfecta, salimos rumbo a la residencia Finca “Las Costas”, donde el Gobernador Juan Carlos Romero y su señora Bettina Marcuzzi nos esperaban a comer. Los dueños de casa nos recibieron con mucha cordialidad y compartimos con algunos de sus amigos una cena con un menú andino.

Al día siguiente, descansados y con el mejor ánimo, partimos a pié desde el hotel para la visita guiada del Casco Histórico. Empezamos  por la Plaza 9 de Julio, solar elegido por Hernando de Lerma para fundar la ciudad en 1582. Las recovas con sus barcitos y venta de empanadas caracterizan a las calles que la rodean.

A uno de los costados se encuentra la Catedral Basílica, construida a partir de 1858 y que tiene un altar laminado en oro. Allí se encuentran las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro, patronos de la ciudad, cuya multitudinaria festividad se celebra el 15 de septiembre, y el Panteón de las Glorias del Norte, donde reposan los restos del Gral. Güemes, héroe de la Guerra dela Independencia. Impresiona la devoción de mujeres y casi más hombres de cualquier condición, rezando en el más absoluto recogimiento. Al frente visitamos el Cabildo Histórico, sede del Museo Histórico del Norte. Por la calle Caseros llegamos a la Iglesia San Francisco, característica por sus muros terracota y su alta torre, y luego al Convento San Bernardo, cuyo magnífico portal de algarrobo fue tallado por los aborígenes en 1762. Era mediodía y el calor se hacía sentir. Nos esperaba el Club 20 de Febrero, el más tradicional y exclusivo de Salta. Por su antigüedad, es el segundo club social de su tipo en la Argentina, después del Club del Progreso en Buenos Aires. Allí disfrutamos de un “piscolavis” muy bien servido, y pudimos apreciar la colección de cuadros argentinos. El almuerzo en el restaurant “La Terraza”, del Hotel Solar de la Plaza, fue muy aplaudido. A la tarde visitamos el Santuario de La Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús, que se encuentra ubicado en la cima del segundo de los tres cerros, llamado Tres Cerritos. La Virgen se le aparece a María Livia Galliano de Obeid desde 1990. De ahí a San Lorenzo, a visitar las casas de los Patrón Costas y para terminar en lo de Federico Pinedo, vino y queso de cabra por medio. A la noche la comida fue prevista  en “Las Ninfas”, lugar de moda en la afamada calle Balcarce.

El sábado salimos hacia Cafayate para almorzar en la Finca El Porvenir, visitar la viña y la bodega donde producen el vino Laborum. Todo muy bien organizado por nuestro querido amigo Juan Carlos Solari. Llegar a Cafayate lleva unas 3 horas por lo sinuoso del camino de montaña, en medio de imponentes paisajes. Nos detuvimos en La Posta de las Cabras, un emprendimiento agroindustrial caprino, donde se pueden comer quesos, guisos y otras delicias. A partir de allí, la Quebrada del Río Las Conchas, con sus montañas de colores únicos, comienza a mostrar las huellas que dejó el viento, erosionando y dando forma a una serie de formaciones naturales:La Garganta del Diablo, El Anfiteatro, El Sapo, El Fraile, La Yesera, El Obelisco y Los Castillos. Antes de llegar, se ven los grandes médanos blancos salpicados de viñedos, que han hecho al torrontés famoso en todo el mundo. La finca está ubicada al pié dela precordillera. Allí nos esperaba el Gobernador Romero, Agustín Usandivaras, Director de Ceremonial y Protocolo y varios amigos más. El almuerzo quedará imborrable en nuestra memoria por el paisaje, la cordialidad y las mejores empanadas que hayamos probado.  Juan Carlos, Director de Bodega El Porvenir, nos llevó a conocer la bodega ubicada en el centro de la ciudad, a 1750 m de altitud. El edificio original fue restaurado manteniendo sus paredes externas de adobe. Adentro se construyó una moderna edificación, con equipos de alta tecnología, tanques de acero inoxidable y piletas asépticas de apoyo. Para la crianza de los vinos utilizan 450 barricas de roble francés y americano. De allí fuimos a la Bodega “San Pedro de Yacochuya”, ubicada a más de 2000 msnm, con una capacidad de elaboración de 90 mil litros y equipada con  moderna tecnología. En 1988 D. Arnaldo Etchart convoca al famoso enólogo Michel Rolland para que desarrolle los vinos tintos dela bodega. Su nuera Cecilia nos hizo la visita guiada. Finalmente llegamos a “La Rosa” Bodega Michel Torino, una lindísima y tradicional casa colonial que recibe huéspedes, donde fue una gran alegría reencontrarnos con Florencia Perkins, quien regentea el lugar con mucho éxito desde hace 8 años.

A la mañana el tiempo había cambiado drásticamente, hacía mucho frío  y la posibilidad de que  nevara en las cumbres. Nos despedimos con tristeza de los que se volvían primero a Buenos Aires. Abordamos la van, con nuestro simpático conductor José, destino Colomé. Atravesamos la Quebrada de las Flechas entre paisajes desérticos, cañones y quebradas deslumbrantes. La Bodega Colomé (2300 msnm) fundada en 1831 es considerada la bodega en funcionamiento más antigua dela Argentina. Su actual propietario, el suizo Donald Hess, exitoso empresario dedicado durante décadas al negocio de los vinos finos, planificó e invirtió en una nueva infraestructura que incluye un hotel boutique, un restaurante, una lindísima iglesia y otras edificaciones para los empleados de la finca y de los habitantes del pueblo de Colomé. Allí nos estaba esperando Gabriel, el chef, y Cony Bearze, su directora. Da gusto ver a gente tan joven como emprendedora, al frente de un proyecto tan importante. El menú del almuerzo resultó riquísimo, pero un tanto particular para ese contexto, acompañado con “Colomé Estate”, el vino de más alta gama de la bodega y que aún no estaba a la venta al público. Fuera de programa recibimos una sorpresa inesperada. Raúl Goytia, nuestro guía, alias “el colorado”, nos propuso visitar a su tío Raúl Dávalos, quien en el año 2000 vende la Bodega Colomé y se traslada a la finca Tacuil, ubicada a 2567 msnm, que conservó para sí. Luego de ascender por caminos de mula, llegamos al rancho de Don Raúl, (lo llaman el gaucho malo), donde nos estaba esperando. Dávalos conserva un espíritu pionero. A esa altura, sin caminos, sin energía eléctrica y con 15 hombres, fabrica desde ladrillos para las construcciones futuras hasta la excavación en la roca donde irá la bodega. No filtran ni clarifican los vinos y el embotellado es manual. Nos ofreció su mejor vino, Viñas del Tacuil, de altísima graduación alcohólica, pero solo los valientes María y Jean Edouard se animaron a probarlo. Un privilegio que Jean Edouard no podía disimular. Al caer la tarde emprendimos el camino a Molinos. Llegamos a la Hostería Provincial de Molinos, antigua encomienda de indios, que en 1726 perteneció al vascongado Domingo de Isasi Isasmendi. Allí construyó una capilla, que conserva su momia, dedicada a San Pedro Nolasco. Ya en el 1611 los jesuitas habían incursionado por esas tierras, bautizando y casando a muchos indios, entre ellos al bravo curaca Juan Calchaquí. La Hostería está en manos de Marcelín Cornejo Isasmendi y Ana Uriburu, su mujer. Nos esperaban con un delicioso cordero al horno de barro, una sobremesa con historias del lugar y a dormir.

Lunes, último día, salimos hacia Cachi. La gente del valle ha sabido conservar las técnicas artesanales del tejido. Desde el cerro, el pintoresco pueblo de Seclantás, con sus casas de fachadas coloridas, es cuna de los famosos ponchos colorados y negros tradicionales de Güemes. En el camino bajamos en lo del Tero” Guzmán, algunas de cuyas creaciones las realizó para personalidades como Juan Pablo II y Los Chalchaleros. Algo para destacar: en muchos momentos del camino se ven escuelas nuevitas, impecables. Forman parte de un sistema de alojamiento que el Gobernador Romero implementó en toda la provincia, para que los chicos que caminan un día entero para llegar se queden durante la semana y puedan comer. La belleza característica de Cachi y su cumbre siempre blanca del Nevado de Cachi  nos recibió con aires de siesta. La Plaza, la Iglesia de San José y el Museo Arqueológico parecían desiertos. Almorzamos en la Hostería Valle del Sol del ACA, realmente para recomendar, donde nos convidaron empanadas y guiso de cabrito. La sorpresa final: Gaudí visitó Cachi y debió sentir tanta emoción que dejó una escultura gigante que representa el alma del lugar, la vicuña! Bromas aparte, bien podría ser cierto. La Cuesta del Obispo conecta el Alto Valle Calchaquí con el Valle de Lerma. El paisaje ocre e inmenso orilla barrancos y precipicios, atravesando nubes que a esa altura dan la sensación de poder tocarse. Es un tramo de 20 km a puro zig-zag por la RP 33, que alcanza su altura máxima de 3.260 m en Piedra de Molino, donde se encuentra la Ermita de San Rafael. Hacía un frío increíble. Nos bajamos “rumiando” nuestro bolo de acuchuyo para no apunarnos, bajo un luminoso atardecer, entre rebaños de cabras y ovejas que desafiaban precipicios, manadas de burros salvajes y los cóndores sobrevolando nuestras cabezas. Adentro de la Ermita algunos indios rezaban, por pudor no sacamos fotos que hubieran sido dignas de National Geographic. Finalmente la Quebrada de Escoipe, y cuando todas esas curvas y contra curvas parecían interminables, asomó el verdor de los churquis, aguaribays, álamos y sauces. Aparecieron los cultivos de tabaco, llegábamos al Valle de Lerma. Luego de buscar a Javier Goñi por el hotel nos dirigimos al aeropuerto. Entre colaciones, alfajores, dulces regionales y alguna que otra botella emprendimos la retirada sin querer mirar atrás.

EXTRAS: Menús andinos
Finca Las Costas: Sopa de Maní / Picante de Pollo / Flan de Quinoa /  Vinos: Cafayate Laborum Torrontés / Malbec 2002, Bodega “El Porvenir”.
Restaurante La Terraza – Hotel Solar de la Plaza: Empanaditas de hojaldre con queso de cabra / Quesillo de Yatasto / Confit de llama de la Puna  con papas andinas / Helado de nuestro Torrontés en tuil de algarroba con peras al malbec de Cafayate y sambayón de miel de caña. Vinos:  San Pedro de Yacochuya Tinto y Torrontés / Etchart Privado Tanta y Torrontés 1992.
Finca el Porvenir: Empanadas al horno de barro / Asado de búfalo / Ensaladas varias / Papas y batatas al romero / Pasta real / Quesillos y dulce de cuaresmilla. Vinos de Bodega El Porvenir: Cafayate Laborum Torrontés / Cabernet Sauvignon Joven 2003 / Cabernet Sauvignon 2002
Bodega Colomé: Risotto de langostinos / Lomo al Malbec / Parfait de chocolate. Vino: Colomé Estate.